viernes, 1 de febrero de 2013

Lucha contra la Parálisis Cerebral Leve



Por: Jessica Aguilar
Lucha contra la Parálisis Cerebral Leve. (Titulo)

Madre ecuatoriana, que nunca dejó de ver por el porvenir de su hijo “Mauri”, un niño discapacitado que lucha día a día.  (Sumario) 
(Introducción) Bienvenidos, soy Laura Mercedes Herrera Guillen, tengo 40 años de edad y tres hijos. Mi primer niño tiene problemas de parálisis cerebral leve (PCI), se debe a que tuvo complicaciones en el parto al nacer, a pesar de que todo el embarazo fue normal.
El problema de “Mauri” radica en el alto nivel de bilirrubina, es decir, tiene acumulación de líquidos en la parte derecha del cerebro. “La discapacidad es más física y casi nada mental”. (Frase)
Estudio en el Centro Integral de Desarrollo.
En este momento tiene 21 años cumplidos y posee una recuperación del 50 %. (Hoja de vida)
         
Esta enfermedad le detectaron al día siguiente de haber nacido, “él estaba amarillito”, el doctor le revisó y dijo, “vaya sáquele al sol, eso no es nada”. Entonces me retire, al ver que no se le quitaba, regrese a decir que sigue amarillo y me indicaron que le interne en el hospital. Los médicos tuvieron que hacerle un exsanguíneo, porque no le bajaba la bilirrubina y esto le ayudó a que descienda. Pero aquel examen fue realizado sin responsabilidad.
Cuando me explicaron que con el exsanguineo bien se moría o se salvaba, y de salvarse iba a ser especial. Dije no importa sea como sea, “yo voy a salir adelante con él hasta las últimas consecuencias”.
En el momento de la recuperación cuando tenía dos años, “él solo era un trozo de carne”, que casi ni comía, súper flaquísimo. 
Con mi esposo vivimos juntos hasta los ocho años de edad de “Mauri”. Yo me dedique profundamente a él, a pesar de que los médicos me dijeron que va ser una persona especial, desde antes de hacerle el exsanguineo, claro que para mí era muy difícil y doloroso.
Siempre pensé que las cosas no son así, por lo que decidí ayudar y colaborar con mi hijo hasta las últimas situaciones de la vida. He ganado mucho, mi hijo ha recibido bastantes terapias y tratamientos.  
Yo nunca lo he escondido, no me avergüenzo de él, eso también es lo que me ha ayudado mucho.
“Actualmente es un niño que se controla todo, colaboradora y no me da mucho problema”.
Mi hijo estudio en una escuela de Amaguaña, que fue hecha por el Padre Carolo. “Mauri” estuvo en este lugar hasta los 17 años, a pesar de que el límite de edad fuera de 15 años, “él  recibió yapita”.
En este momento está pasando en casa y no está en otra escuela, por el hecho de que no me inspiran confianza.
Hoy por hoy, recibo ayuda de la organización Manuela Espejo, antes me ha tocado afrontar toda la situación sola porque no tenía ese apoyo.
He pasado por un incalculable sufrimiento y dolor, pero del mismo dolor Dios me da fuerzas y gracias a eso he podido salir adelante después de todo lo que he pasado.