domingo, 27 de enero de 2013

Cocinar, limpiar y besar, pagar 500 dólares gastados en una tarde



Por: Sofia Chicaiza
Título:
Cocinar, limpiar y besar,  pagar 500 dólares gastados en una tarde
Sumario:
Endeudarse en 500 USD es una suma difícil de pagar, más para un estudiante. Richard cuenta que tuvo que hacer para liquidarla, después de haberlo gastado todo en una sola tarde.
Testimonio:
 Ese día empezó como uno normal. Salí a comer con mis amigos, pero ellos tuvieron que volver pronto a clases, así que fui solo al Quicentro a tomar un helado. Al pasar por las tiendas vi una ropa que me encantaba, pero no tenía la cantidad que necesitaba para comprarla. Como no tenía efectivo, en ese momento, fui a retirarlo del cajero. Al consultar mi saldo me di cuenta que tenía 560USD, yo hasta donde recordaba tenía 60 USD. La emoción me invadió,  podía comprar lo que quería. Primero, saqué 250 USD, que es el límite que me dan y caminé por los locales. Vi unos zapatos Adidas que me gustaron mucho, los compré, costaron 180 USD,  pero aún tenía  70 USD más. Compré un pantalón  en la misma tienda y se terminó la suma que retiré del cajero.
Tal era mi emoción que fui a otro local en el que aceptaban tarjeta e hice que me debitaran, era más fácil, compre  una chompa.  Habría gastado hasta ese momento cerca de 350 USD, con lo que sobró, como tenía pendiente una deuda con un amigo, la pagué. La verdad, nunca me pregunte de donde venía el dinero, solo estaba emocionado, tal vez fue un error del banco o gané algo, no pensé más allá de eso.
Ya de regreso a casa ese día, mi papá me cuenta que el dinero que tenía en mi cuenta era suyo, que había tenido un problema con el banco y que lo había trasferido. Fue escalofriante, un silencio enorme. No podía decírselo. Fue ahí cuando me di cuenta que la emoción de comprar fue tal, que no recapacité en las consecuencias. No sentía remordimiento compré lo que quería, reponer el dinero era el problema. 
Un amigo me ayudó con 150 dólares, pero me pidió un favor a cambio, a la semana siguiente debía preparar una cena para él y su novia, entrar con un ramo de rosas y cantarle. La situación fue incomoda pero, no tenía más remedio. Como siguiente paso tuve que contarle a mi mama lo sucedido, aunque, no le dije que eran de mi papá. Ella me prestó 100 USD, tenía  repuesto la mitad. Tres días después conseguí que otra amiga me prestara 120 USD más, tuve que lavarle el carro y sacarle a pasear a la mascota.
Por último,  solo quedaba reunir  30 dólares más, cantidad que tampoco tenía.  Entonces, se lo pedí a un amigo cercano, la situación fue diferente, porque aunque estaba listo para que me pidiera otro favor, creo que estaba obsesionado conmigo. Me pidió un beso, pensé que lo hacía en broma, quedamos en encontrarnos en un lugar cerca de la zona.  Cuando llegó al encuentro me entregó más de lo que le habíamos acordado.  Luego de un rato me pidió nuevamente que lo besara como habíamos quedado. Pensé que seguíamos en broma y le dije que bueno.  Su cara cambio y dijo que iba en serio.
Tenía que completar el dinero y empecé a pensar en eso, lo debía que hacer.  Aunque fue muy complicado. Me llevó a un bar llamado Buda, es un bar gay,  tomamos un poco,  y sucedió el beso.
 Si me preguntan si debía llegar a esos extremos, yo si lo hago, tenía que reponer el dinero.  Mi papá tiene un carácter  fuerte, fue una cosa que hice ese momento, no la he vuelto a repetir, es algo que tampoco olvidare, son cosas que no te pasan todos los días. Hablo con mi amigo pero, no volverá a ser lo mismo.
Frase:
“Aún sigo endeudado, pase cosas que no había pasado, pero, no me arrepiento de haber gastado ese dinero.”
Hoja de vida:
Richard Patricio Maldonado, tiene 21 años de edad, estudia en la Universidad de las Américas la carrera de gastronomía. Vive al norte de la capital, sector la Kennedy. Tiene una hermana, Mirca Maldonado. Estudió en el colegio La Salle en esta misma ciudad.

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