· UTILIZAN LA ACERA COMO SU NEGOCIO
La reubicación municipal no logra controlar el comercio
informal
Ø Pese a
que el Municipio ha creado centros comerciales populares los vendedores
ambulantes no acatan el reordenamiento, la venta en la acera evade el control
metropolitano.
A lo largo de la calle Chile, desde El Tejar hasta La
Marín, se encuentran más de un vendedor
ambulante que utilizan las aceras para ofertar su mercancía, aunque en
ocasiones tengan que evadir los controles metropolitanos.
Para Margoth Ortiz de 46 años, moradora del sector Las vendedoras ambulantes hacen mucho ruido,
le gritan a uno en el oído a lo que pasan y eso en verdad fastidia.
Alrededor de los locales comerciales, los vendedores
ambulantes ofertan caramelos, pasadores, estuches de celular, remate de ropa,
cafecitos, pichos y de más, sin contar con los comerciantes de helados,
espumilla e incluso mascotas que se desplazan de un lugar a otro ofreciendo sus
productos a los peatones. De todo se encuentra en este lugar.
Roció Rúales, moradora y comerciante del
sector del Tejar manifiesta que las
reubicaciones han cambiado en parte la imagen del sector, pero para mi manera
de ver los vendedores ambulantes muchas veces son los propios dueños de los
locales comerciales que tienen que
salir a ofrecer sus productos para vender.
La delincuencia
A las
ventas ambulantes que son parte del problema diario de la ciudad, se suman
inconvenientes como el tránsito, desorden e inseguridad. Cuatro problemas que persisten
en los alrededores de las 320 hectáreas que componen el Centro Histórico.
La
inseguridad afecta no solo a los transeúntes sino a los propios moradores, de
acuerdo al diario El Comercio del pasado 26 de septiembre [i]“moradores de La Marín, San Marcos, 24 de
Mayo, La Loma, Plaza Grande, San Juan y San Diego marchan para exigir la
intervención de las autoridades, con el fin de erradicar la inseguridad. La
idea surgió en La Marín, donde viven unas 7 000 personas y hay una población
flotante de unos 180 000 ciudadanos al día, según su presidenta Rosa Iza.”
En el
Tejar por su parte con la reubicación de los centros comerciales la inseguridad
ha disminuido, pero no por completo ´yo
no puedo caminar segura, estoy a la espera de que a que hora me arranchan mis
aretes o mi cartera´ manifiesta Daysi Terán que a sus 20 años de vivir en
el sector le han robado en más de 6 ocasiones.
Para Rocío
Rúales, “el problema aun subsiste a pesar
de que con la reubicación los ladrones se hayan trasladado a las ferias como de
San Roque (…) La mayoría de delincuentes aprovecha la aglomeración de personas en
la parada de bus para robar, en los centros comerciales ni se los reconoce son
gente de no creer. Todos hemos sido victimas de las divinas y motocitas, las
pillinas de El Tejar, quienes andan en
grupo, alude, pero uno no se puede decir nada al respecto".
´A pesar de los controles el municipio no puede por
completo poner orden, por que si se llama la atención a un vendedor ambulante
en el un lado, enseguida se presentan en otro un robo, otro comerciante en
otro, aquí todos hacen lo que les da la gana, como si trabajaran en conjunto.
La reubicación del Municipio, de los vendedores no ayudo de mucho, la inseguridad es cosas
de todos los días´, afirma Pablo Yaguachi .
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Pese a ver vigilancia metropolitana los ladrones hacen de
las suyas. Daysi afirma que entre las Calles Mejía y Hermano Miguel
pasado las ocho de la noche si que es un riesgo cruzar sin ser sorprendidano dan
tiempo a reaccionar (…) en un dos por tres uno fui victima de un robo.
Otro punto en que los locales concuerdan es el tráfico que se genera. ´Me ha pasado que tengo que esquivar a los
vendedores y transeúntes, a lo que se conduce por el sector, me toca estar
pendiente de no atropellar a nadie´ afirma Henry Ayala que junto a su vehículo todos los días le
toca transitar por El Tejar.
Por su
parte el Municipio continua con proyectos que ayuden a mejorar la imagen de
todo el Centro Histórico y errad
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